Comisión Verdad y Niñez inicia proceso clave para esclarecer violaciones de derechos humanos en sistema de protección estatal

• Con un enfoque centrado en la dignidad, la justicia y la reparación se abre un espacio para escuchar a quienes vivieron vulneraciones mientras estuvieron bajo tutela del Estado.

En un gesto profundo de compromiso con la infancia y la memoria histórica, la Comisión Asesora Presidencial para el Esclarecimiento de la Verdad sobre Violaciones a los Derechos Humanos de Niños, Niñas y Adolescentes -más conocida como Comisión Verdad y Niñez- dio inicio a un proceso nacional de recopilación de testimonios de personas que sufrieron vulneraciones a sus derechos mientras se encontraban bajo custodia del Estado.

Esta instancia busca escuchar y dar voz a quienes, durante décadas, permanecieron en el silencio: personas que vivieron situaciones de abuso, maltrato o abandono en residencias del sistema de protección del SENAME o en centros del sistema de justicia juvenil, públicos o privados, entre los años 1979 y 2021. También podrán entregar sus testimonios familiares de personas fallecidas que hayan sido víctimas de estos hechos.

La Delegada Presidencial Regional de Los Lagos, Paulina Muñoz, destacó que este proceso “busca poder dar la verdad, para poder reparar y no volver a repetir ciertas violaciones de derechos humanos que sufrieron niños, niñas y adolescentes en las instituciones como Sename y otras instituciones que también se vieron involucradas con esta gran problemática. Como Gobierno de Chile, a través de la decisión que ha tomado nuestro Presidente de la República Gabriel Boric, comenzamos con un proceso muy relevante para víctimas y familias”.

En tanto, el Seremi de Justicia y Derechos Humanos, Cristóbal Fuenzalida, afirmó que “estamos realizando una jornada muy importante con todos los funcionarios públicos de los distintos servicios, no solamente dependientes de Justicia, para realizar una sensibilización respecto de cuáles van a ser los canales que las personas van a poder acceder a dar su testimonio en esta Comisión de Verdad y Niñez, que tiene por sentido crear las medidas de reparación necesaria y, por cierto, generar las garantías de no repetición de vulneraciones de derechos humanos a niños, niñas y adolescentes”.

Por su parte, la Seremi de Gobierno, Danitza Ortiz, reforzó el llamado. “Estos testimonios corresponden al relato de vulneraciones de los derechos humanos de quienes hoy día incluso son adultos y pertenecieron en algún momento de su vida a estos centros donde estaban acogidos, así que queremos invitar y en lo concreto decirle a las personas de la Región de los Lagos que se sientan convocadas a entregar sus testimonios entendiendo que es una oportunidad de reparación, pero también de modificar aspectos legislativos y administrativos para evitar que estas situaciones vuelvan a ocurrir”, aseveró.

Quienes deseen participar podrán hacerlo de manera sencilla a través de la plataforma www.comisionverdadninez.gob.cl, por escrito, o de forma presencial en la Seremi de Justicia y Derechos Humanos Los Lagos, ubicada en Avenida Presidente Ibáñez N°600, sexto piso del Edificio Sector Justicia.

El equipo a cargo ha sido especialmente preparado para recibir cada relato con un enfoque ético y empático, garantizando un ambiente de respeto, privacidad y contención emocional. Este proceso no es meramente institucional; es, ante todo, un acto de reparación simbólica y de justicia para quienes fueron víctimas de un sistema que debió protegerlos, y no lo hizo.

“La escucha no es solo un trámite. Es una responsabilidad humana y moral que busca restituir, aunque sea en parte, la dignidad arrebatada”, han señalado desde la Comisión.

Este esfuerzo no responde únicamente a un mandato presidencial. Es una deuda del Estado chileno, una tarea colectiva que apunta a reconocer el daño, avanzar hacia la reparación y garantizar que estas vulneraciones no se repitan jamás.

La Comisión Verdad y Niñez se alza como un paso esencial para reconstruir confianzas, abrazar la verdad y forjar un futuro más justo. Porque la infancia no es solo una etapa del desarrollo humano: es la base sobre la que se edifica toda sociedad. Y cuidarla -especialmente cuando ha sido herida- es una responsabilidad que interpela a toda la comunidad.